LOS SENTIMIENTOS

30.10.2013 13:00

LOS SENTIMIENTOS

 
Los sentimientos son la expresión de la relación con los demás, con el entorno. Cada persona reacciona de diferente manera ante los mismos hechos, pero existen unos rasgos comunes que definen cada sentimiento.
En la mayoría de las ocasiones, el problema para entender, controlar, dominar y modificar un sentimiento está en la incapacidad para identificarlo y comprenderlo. Uno se siente mal, sabe que su parte afectiva se ha desequilibrado, pero no puede concretar ni la naturaleza ni el origen de ese trastorno emocional.
Es muy importante aprender a conocer los propios sentimientos para mejorar la calidad de vida, pues se es capaz de mejorar la relación  con uno mismo y con los demás. En la comprensión de los sentimientos propios está la clave del dominio de uno mismo. Es tarea individual el que cada persona ordene su mundo afectivo y emocional; armonizar el intelecto y el mundo afectivo es el camino para la satisfacción personal.
 
Básicamente existen dos tipos de sentimientos: los positivos y los negativos.
  1. Los positivos aumentan el bienestar y el sentido de plenitud.
  2. Los negativos agotan, bloquean, proporcionan vacío y soledad.
Los sentimientos deben reflejar el presente, no deben ser arrastrados del pasado. Esto quiere decir que aquella persona que arrastra un conflicto del pasado que no ha resuelto y que, en consecuencia, le produce una ansiedad y una angustia que le condiciona su presente, debe intentar por todos los medios resolver de una vez por todas dicho conflicto, pues sólo después de liberarse de él, podrá centrar sus sentimientos en el presente. 
Es realmente curioso descubrir cuántos hechos y sentimientos del pasado esclavizan a las personas, sin permitirles avanzar y crecer en la búsqueda de su plenitud y bienestar. 
 
A lo largo de la vida hay que resolver muchos conflictos emocionales; en ese proceso, el primer objetivo consiste en liberarse de ellos para ser autónomos y libres, para ello, hay que dominarlos, controlarlos, encontrando la propia identidad y queriéndonos tal y como somos.
Una vez que se ha aprendido a entender los sentimientos propios, a darles salida, a superarlos cuando son negativos, la persona se da una oportunidad para ser mejor y ser más feliz, para mantener un dominio sobre sí misma y enfrentar la vida con optimismo.
 
Liberarse de la carga emocional negativa del pasado es fundamental. No se puede vivir anclado en los errores que se cometieron en el pasado. Hay que superarlos, y así la vida se mostrará con todo su esplendor...para ello, primero debemos conocerlos e identificarlos para luego comprenderlos y así, superarlos...un ejemplo típico es la ansiedad.