EL PIB
En una investigación se encontró que los cambios en el PIB (Producto Interno Bruto) per capita producen efectos directamente proporcionales en la felicidad individual pero si el PIB permanece inmóvil, sus efectos sobre la felicidad van perdiendo fuerza.
Hace 40 años el joven y flamante 4° Rey de Butan hizo una elección notable:
- perseguir la Felicidad Nacional Bruta (FNB) en lugar del Producto Interno Bruto (PIB).
Desde aquel entonces ese país realiza estrategias no sólo para su crecimiento económico, sino también en la cultura, la salud mental, la compasión y la comunidad.
Esto confirma que, para promover la felicidad, se deben identificar muchos otros factores, más allá del PIB, que pueden aumentar el bienestar de las personas y por ende de la sociedad.
La inversión de los gobiernos orientada a identificar las causas de la mala salud (como la comida rápida y el tiempo excesivo frente al televisor) la caída de la confianza social y la degradación ambiental, es aún insuficiente.
Pero es claro que las naciones que consideran estos factores como parte de su proyecto, generan individuos más felices y sobre todo generan bienestar traducido en productividad aumentando así su PIB.
Es un círculo vicioso ¿no crees? pero en sentido positivo.
Aprendamos...