22.07.2014 12:02
EL CONCEPTO DE PENSAR PRIMERO EN UNO MISMO
En realidad es inútil exigirle a alguien que piense primero en sí mismo: todos lo hacemos ininterrumpidamente.
Lo hacemos, pero tenemos escrúpulos para elevarlo a la calidad de concepto, según el cual vivir consecuentemente.
Naturalmente lo único que hacemos son pactos, todo el tiempo, entre nuestros deseos y la realidad.
Pero de uno mismo depende sacarle a estos convenios lo mejor para nosotros.
Para eso es necesario conocer los escrúpulos que están en nuestro camino.
A estos escrúpulos pertenecen nociones como:
* Fidelidad
* Honestidad
* Solidaridad
* Conciencia de responsabilidad ante los demás.
Están en nuestro camino cuando queremos empezar a elevar el egoísmo a nivel de concepto.
Encontramos muy natural el hecho de ser egoístas, pero nos da miedo ser calificados como tales.
Así que constantemente intentamos ser una persona gentil, flexible y solícita.
Nadie debe considerarnos egoísta: así nos lo han inculcado.
La imagen de persona amable y querida por todos, la tenemos muy adentro. Nos induce a ceder, aún cuando nonos conviene...
Pero el reconocimiento que conseguimos por parte de los demás, no dura eternamente. El otro ahora sabe que después de unos cuantos reproches hechos hábilmente, estamos dispuestos a ceder. La próxima vez, cuando nos necesite de nuevo, lo volverá a intentar con exactamente el mismo método.
Entonces también tendremos que ceder, si deseamos que nos quiera.
Así vamos a depender cada vez más de nuestra debilidad que los demás aprovecharán.
Si el mundo estuviera lleno de gente absolutamente honrada, dedicada, dispuesta a ayudar, que vive su vida y quiere dejar que todos los demás vivan la suya, nada impediría que uno fuera feliz.
Pero este mundo no existe. Por eso no nos queda más que crear un dispositivo de protección que nos preserve durante mucho tiempo de sacrificar nuestros deseos y metas por los intereses de otros.
A estas medidas de protección pertenece el concepto de pensar siempre en sí mismo y después en el resto de la gente.
Y en cada decisión debemos preguntarnos sin escrúpulos:
¿Qué me sirve?...en lugar de ¿Qué podrían decir los demás de ello?
Pensar en uno mismo no es ser egoísta, es la conquista de la personalidad.