EL AMOR

02.11.2013 15:53
Todos estamos inquietos por el rumbo de nuestra vida afectiva. Quienes tienen pareja la viven a veces como un mal necesario, con la sospecha de que la felicidad se encuentra en otra parte. -quienes no tienen pareja, hacen lo mismo pensando en que la felicidad es tener una. Otros más, pueden postergar todo lo que no se encamine hacia esa dirección, aunque vayan de desencuentro en desencuentro, culpando siempre al destino, a la mala suerte o a los demás por sus desencantos.
En la antigüedad las parejas se formaban por muchas razones menos por amor, curioso verdad?, la sobre vivencia, la reproducción y la producción hacían importante el unirse, es más, era indispensable, por ejemplo: en las mujeres era impensable vivir sin un hombre a su lado, pues se consideraban de segunda o tercera clase si estaban solteras y con un hombre eran vehículos para la fertilidad, dictámenes de fidelidad y responsables únicas del cuidado del hogar y de los hijos sin importar las actividades que tuviera su esposo y en cuántas personas más tuviera "interés".
En la actualidad es diferente (gracias a Dios), la impresionante igualdad de géneros, así como los avances de la modernidad, nos resuelven prácticamente todas las necesidades de supervivencia y nos dotan de suficiente autonomía en donde ser padre o madre ya no es imperativo sino opcional.
Sin embargo, aunque queremos y estamos acostumbrados a vivir solos, muchas veces deseamos estar acompañados. El ser humano es social por naturaleza y en ella se encuentra el instinto de tener un compañero o compañera a su lado. 
La relación amorosa implica entonces un intercambio de valores, intereses, deseos y placeres (entre muchos) incluyendo lo erótico. Luego entonces...la confrontación madura, la complementación esperada y el enriquecimiento emocional hacen de la búsqueda de un compañero el ideal de muchos.