ACTITUDES POSITIVAS
Lo que distingue a una persona motivada de una que no lo está son sus actitudes, parece increíble que una actitud positiva pueda ser la diferencia entre ganar o perder, entre el éxito o fracaso, pero la realidad así lo demuestra.
La motivación se manifiesta con actitudes: el entusiasmo, por ejemplo, constituye una de las más claras manifestaciones de la actitud mental positiva, es una virtud que se convierte en un verdadero tesoro para quien lo posee; el entusiasmo nos permite enfrentar cada tarea como reto y un obstáculo a vencer; nos permite manejar con ventaja los problemas que se nos presentan día con día.
El entusiasmo y el optimismo son actitudes que nos inyectan brío y energía, nos aclaran la mente y nos renuevan el espíritu; es como tener un arcoíris en nuestros ojos, pues nos hacen ver las cosas desde perspectivas diferentes.
El sentido del humor, por otro lado, es el complemento ideal del entusiasmo; la gracia chispeante e imprevista, el comentario jocoso y lleno de ingenio, la sonrisa y la alegría son las mejores manifestaciones del sentido del humor, que es la mejor terapia contra lasa adversidades, los males y las preocupaciones.